Y no me refiero a la de HP precisamente. Cuando era pequeña me caí de unas escaleras cuyo barandal era de vidrio. Me dí un bendito trancazo que me corto un pedacito de piel de uno de mis dedos. Mi bisabuela lo sostuvo con un pañuelo hasta que sanó. Aún ahora que veo mi cicatriz, la contemplo con cierta ironía pues tiene la forma de una lágrima.
Hoy de la nada, volví a perder mis fuerzas, mis motivos. Mientras mis ojos ven atraves de la ventana, la casa de una familia sin sentido del ahorro (puesto que todavía tienen prendidas algunas luces de navidad), mi corazón se siente un tanto oprimido por el maldito dolor que todavía no puedo apagar, aunque a veces pretenda lo contrario.
¿Por que me siento así? ¿Por que el valor se desvanece hacia el vacío y me deja preguntandome tantas cosas? ¿Por que siento tantos deseos de seguir llorando hasta que no me queden más lágrimas que derramar? Pero la mayor pregunta es: ¿por que sigo recordando todo lo que me hace daño y no lo que tengo de bueno?
Estoy segura que una sola persona, que no es de mi familia, ha sido la única capaz de amarme sinceramente a pesar de mi misma, a pesar de mis defectos, a pesar de mi forma de ser. Todo lo demás ha sido una pantomima en la que quise creer. Fuí una estúpida por que lo tuve todo frente a mi, y nunca decidí verlo... y ahora simplemente vivo en el desencanto, añorando encontrar ese algo que me devuelva la fe en mi misma y en los demás...
Quisiera ignorar todas las palabras hirientes, pero hay veces que no puedo... y es entonces cuando miro mi cicatriz y pienso en que estabamos destinadas a estar juntas en un mismo golpe, en una sola lágrima...
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