Todo fue un circulo, pequeño y centelleante. En el centro estabas tú, como siempre, cambiante y eterno. La música me trajo a ti, nunca dejó de hacerlo. Através del tiempo y del espacio, mi mano continuamente intentó alcanzar tu frío corazón, y tú, con cada exhalación de mi alma, te diste el lujo de destruir mi ilusión.
Cada noche, cautivaste mi ser, adentrando en lo más profundo, en lo más oculto. Llegamos a ser un mismo látido, fuerte y constante. Nunca pude mirar más allá de mi deseo por ti.
Entonces dime, ¿qué harás ahora, que te convertiste en nada? Ahora que mis labios no anhelan respirar de ti, que mis ojos rompen la oscuridad y te ven cómo eres, sin más, tristemente consumido por tu ego. Me pregunto cuánto sufiriras por tu incesante incapacidad de amar. Ciego como estás, nunca te lo permitirás.
Mi esencia permaneció tanto tiempo atada a ti, que ahora es un extraño hacia el que me dirijo. Tomó la caricia de una mano ajena para descubrir que ya no te pertenecía, la esperanza de besar otros labios, la que me arrebató completamente de ti.
La música me alejó de ti, al llevarme cada vez más lejos, fuera de un espacio, en donde exististe tú. Todo fue un círculo, pequeño y centelleante, que sin el menor aviso, cesó de pulsar por ti.
3 comentarios:
Centelleante
Dijo Pedro Salinas:
"...esta corporeidad mortal y rosa, donde el amor inventa su infinito"
muy bueno princesa! me gusto mucho. tu camino siempre debe ser tuyo y de nadie mas. y creo que todos en algun momento tomamos el de alguien mas.
salutti bella
Centelleante, vino a mi entre sueños; tenía que escribirlo asi es que a mitad de la noche, me desperté y comencé a escribirlo todo!
Besos para los 2!!!
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