¿Quieres saberlo? No entiendo por que aún no lo sabes... Debiste verlo en mis ojos alguna vez a pesar de que esa luz se fue desvaneciendo en el ocaso...
Fuiste mi motivo, mi mayor anhelo, y a la vez, te transformaste por unos instantes en mi verdugo. Pensé que tu eras el portador de la muerte, mas con el tiempo descubrí que no era así: Logré mirar la cuna en donde nace el verdadero dolor y en ese instante te convertiste en la estrella que me protegió con su calidez infinita.
Lo que queda en mi son vagas memorias de tu presencia, que se antoja tan cercana como esos tiempos, esos besos...
Hay una llama que brilla dentro de mi, sólo por ti, no obstante de ser unos completos desconocidos en nuestro presente.
Estuviste en tantas canciones, en tantas lágrimas, en cada una de mis ilusiones, que ahora sé que nunca podré amarte, por que ya dediqué mi alma entera a hacerlo en mis sueños.
Y pese a que no existes, a que no te siento más, tengo la certeza de que invariablemente tu esencia se ha grabado en mi, y ni la más intensa tormenta podrá arrebatarte jamás de mis latidos, de mis deseos, de mis suspiros...
1 comentario:
Es una lastima que no estes conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro los brazos como todas las tardes
y hago asi los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Dijo, si, Benedetti.
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