Y no digo esto en un afán de repetir una huelga de hambre al estilo Ghandi, o por haber decidido abruptamente el suprimir mi apetito. La cuestión es: si hay refrescos sin calorías, ¿también podrá haber personas sin ellas? En otras palabras, ¿podremos alguna vez presentarnos ante el mundo como una versión light de nosotros mismos?
Estaba considerando ampliamente que una respuesta afirmativa a este enigma, no es necesariamente mala. El ser uno mismo, pero sin entregarse del todo, debe de evitar un sin número de fatalidades; Sería existir, no sin ser profunda, sino representando una faceta superficial del ser. O tal vez podría asimilarse a los resúmenes de libros, que presentan la información básica del texto, pero carecen de todo el colorido o intensidad de la obra original.
Así se lograría el propósito de que los verdaderamente interesados en saberlo todo, sólo tendrían que acudir a la biblioteca más cercana, buscar los volúmenes y volúmenes acerca de el paradero de dicho o tal sujeto, y a la postre, descifrar la esencia de las personas.
¡Oh! ¿acaso no sería maravilloso? vivir en una utopía en donde no hubiese la necesidad de exponerse a ser criticado o dañado por el decir o la forma de ser de uno.
Mi ferviente deseo no es convertirme en la esfinge sin secreto de mi amado Wilde; sólo ambiciono el mantener más misterios sobre mi; no viviendo de mentiras, pero tampoco divulgando todas mis verdades.
Ojalá el darse a conocer como YO LIGHT, produzca los resultados que tan persistentemente afirmo. De lo contrario, pronto generaré otra teoría más adecuada para mi modus vivendi.
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