viernes, 10 de agosto de 2007

Poesía para mis oídos: Paciencia Contemporanea

¿Es verdad que si uno vive en una gran ciudad, sus niveles de paciencia descienden irremediablemente, hasta llegar a la locura? ¿acaso una persona campirana, lleva una vida más tranquila y sin contratiempos? (aunque cabe mencionar que para mi sería un gran contratiempo que una vaca defecara sobre mi cabeza, asi es que por eso no vivo en el campo).
Ya nadie tiene paciencia en estos días de tecnología y comida rápida. ¿Para que esperar si puedes tenerlo todo en un segundo? Esta creencia da como resultado una impaciencia e impotencia de no tener lo que quieres cuando quieres, lo cual es signo definitivo de una baja toleracncia a la frustración (gracias a Dios, estudios americanos no indican que esto tenga nada que ver con la intolerancia a la lactosa).
Podría decirse que soy devota totalmente a la impaciencia y el fatalismo, aunque trato de moderar mis comentarios a los seres humanos que conmigo conviven; mi cabeza va a mil por hora imaginandose todo tipo de historias, exageradas y minimizadas de cuestiones totalmente inexistentes. Es querer ser un Jedi, sin haber visitado a Yoda primero.
Pues bueno, aunque verdaderamente se que no es ni música ni poesía para mis oídos, debo de entender que es importante esperar, por que las cosas buenas llegan solas (la vida me lo ha demostrado), y de nada sirve querer apresurar algo para lo que ni siquiera tengo prisa. Mi decisión es no darme por vencida, y tener paciencia, MUCHA, ¿por que? por que me merezco tomarme las cosas de mi vida con calma sin agobiarme por ideas que no tienen sentido. Ya llegara aquello que haga click, de eso no hay duda ... hay que mantener la cabeza fuerte y el optimismo vivito y coleando.

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