Todos tienen al menos un par en su guardaropa. Pueden estar nuevos, o viejos, rotos, remendados o incluso deslavados.
Pero la odisea que es conseguir unos pantalones de mezclilla que se adapten a mi cuerpecito de la manera más adecuada, me pone de un humor nefasto.
Este fin de semana, trataron de regalarme unos... me probe 3 pares, y ninguno... hoy tuve a mi disposición aproximadamente 15 pares, sólo unos se amoldaron a mi cuerpo evasivo... ¿alguien más se complicara tanto la vida al tratar de encontrar los pantalones perfectos?
Esa ha sido la historia de siempre, y no importando mi edad o condición física, los pantalones de mezclilla y yo estaremos en una continua batalla, esperando un día, ganarles yo.
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