Visita de antiguos mundos y otros temas sin mayor trascendencia

Al parecer un amigo de anteriores épocas de mi vida, al que dejé de frecuentar un buen tiempo por razones desconocidas por todos, sabidas sólo por mi, estará por mi territorio en estos días.
Será interesante, ya que me sentiré un poco en casa, como suelo hacerlo cuando estoy con las personas que vienen a visitarme de viejos mundos. Es volver a mi antiguo yo, pero sin la carga de defectos ni presiones. Veamos que nos trae de noticias...
En otros temas que probablemente no sean de mayor interés general, me descubro teniendo predilección por un pequeño ser que tiene un nombre agradable, y todo esto proviene sólo del origen de su apelativo, pero a mis ojos es encantador...
Espero con ansias el fin de semana, tiene la sensación de ser algo prometedor... Sin más noticia abstracta referente a mi peculiar ser, me despido hoy día, esperando que mi inspiración de temas complejos vuelva pronto a mi cabecita subversiva... Cierro con una frase para pensar, de mi querido y siempre bien ponderado OW: "El único encanto del pasado consiste en que es el pasado".

Instante surreal

Es como si no existiera, como si no estuviera en mi cuerpo, durante ese instante en el que te miraba, y me devolvías ese mirar con una intensidad impresionante.
Fue como un sueño, el creer que estaba cerca de ti, como si me conocieras desde siempre, como si supieras lo que pensaba, y lo que quería decir, a pesar de no haber palabras entre nosotros...
Nunca ha sido extenuante, nunca ha sido extremadamente pasional, pero ha sido exactamente lo que yo anhelaba que fuera, y eso es surrealmente divino.
En esos momentos, mis malos recuerdos se fueron, mis tristezas se borraron, y existiamos solamente tú y yo, y esta cuestión extraña que me haces sentir cuando estás a mi lado... no tengo más palabras, entraste a mi vida en el momento que más te necesitaba, y estoy feliz de habertelo permitido...

Soy lo que no quieren que sea...

A todo ser humano, por mucho que lo niegue, le tiene que importar de una u otra forma lo que la sociedad considere de ellos. Sobre todo si estamos hablando de un trabajo con ciertas responsabilidades, o de la aceptación y admiración de una persona que te importa.
Yo pienso que soy bastante buena en lo que hago, que respeto a los demás, que busco formas alternativas de ver las cosas, que me preocupo verdaderamente por ir más allá... aparentemente eso no es suficiente, soy demasiado suave para su gusto, como si no supiera que diantres estoy haciendo. No me complementa como debería de hacerlo, por que no comparto su misma visión de cómo se deben de hacer las cosas.
La otra parte en cuestión es el estar cansada de estar fallando constantemente, a los ojos de una persona, que a pesar de que sé que le importo, se esmera en hacerme sentir, que soy un gran fallo, que no pertenezco aqui, que no tengo un lugar o un espacio que pueda llamar mío. Y eso, simplemente, es la cuestión más frustrante que estoy viviendo.
He desahogado mis penas, por que hacía mucho no tenía tiempo de hacerlo. Prometo volver con más tiempo y más escritura de entretenimiento informacional.

¿Cómo te paras ante la crisis?

Te despiertas una mañana común y corriente, y tu vida parece seguir el curso normal de monotonía de siempre. De pronto, un suceso inesperado, una crisis, llega a ti, afectando todo lo que sabías e incluso cómo vivías, y tú ¿que demonios haces con ella?
Las crisis nos llegan a todos, en algún momento, pero es interesante ver nuestras reacciones ante ellas. Dependiendo de nuestras respuestas, la nueva realidad se puede volver insana o emocionante.
A decir verdad, creo que yo enfrento las crisis de maneras extrañas, dependiendo de su magnitud, obviamente. Mi primer instinto es bloquearme y jurar que nada está pasando, hasta que obtengo la fuerza necesaria para enfrentarme a ella, y hacer algo al respecto. A veces sólo miro a la crisis de modo displicente y la reto a que me tumbe; ya no puede hacerlo.
Y hay unos cuantos en el mundo, que tienen la capacidad de ver uno de estos momentos difíciles como una oportunidad de hacer más cosas, de no estarse torturando, y darle una sonrisa a lo que venga, a pesar de lo que se tenga que enfrentar o perder; ese es un tipo de persona con gran fuerza interior, y que seguramente valdrá la pena tener cerca para aprender aunque sea poquito de ella. Y a ti, ¿la crisis te tumba, o te levanta?

El escrito inédito de mi cuaderno blanco

Esto lo escribí hace un poco más de una semana, pero en el momento de la inspiración, no tenía una computadora cercana asi es que vacié todo en un cuaderno, y ahi se quedó. Hoy es hora de que vea la luz, ya que es algo que sigue tan vigente como entonces...

Tenía los ojos tristes y una cicatriz en el alma que no la dejaba respirar. Huía constantemente del dolor que otros labios le habían infligido con tanta fuerza.
Había una desconfianza inmensa dentro de su ser, un látigo que no le permitía creer en sus más profundos deseos.
Se escuchaba a sí misma diciendo que todo era una cursilería, estupideces sin sentido que sólo permanecerían vivas unos meses y se escaparían con el viento.
Llegó incluso uno que la amó tanto y ella fue incapaz de mirarlo siquiera. Ahora la puerta se volvía a abrir, trayendo consigo las esperanzas que se creían perdidas; se sumergió en su abrazo y se sintió protegida, y un millón de emociones brotaron de su corazón, pero no hubo palabra alguna que saliera de su boca.
Afligida, como estaba, no era capaz de darlo todo, de dejarse llevar por completo. Sentía que todos a los que alguna vez amó le habían destrozado el corazón de algun modo.
Pero él, era diferente, lo podía sentir tan cercano, a pesar de la distancia, y tan suyo como si no hubiese existido nada antes de su presencia.
Ardía en deseos de creer que esta vez, alguien la amaría tal como era, sin pensar por un segundo en lo imperfecto de su ser. Algunas noches pensaba que no podría soportar otro rechazo, otra desilusión.
Mientras se secaba la humedad de sus ojos, escuchaba a su alrededor, para ver si en alguna melodía encontraba la paz. Lo único que percibió fue la voz de sus propios recuerdos, una memoria inerte que ocupaba su eterno pensar...

Personajes circunstanciales

Cuando estaba en secundaria, supongo que incluso desde primaria, te presentan las partes que conforman una historia, y los tipos de personajes: principales, secundarios y circunstanciales. Ahora acabo de ver una película, y me da risa ver los nombres que les ponen a personajes sin importancia, tales como "chico que tira la manzana" "mujer del mercado" "acompañante de la mujer del mercado", en fin, un sin número de individuos sin más nombre que su ocupación momentánea.
Leí hoy que muchos de nosotros pasamos nuestras vidas siendo personajes circunstanciales de nuestra propia historia. Le damos el papel principal a alguien que nos parezca más fuerte, más brillante, o incluso que necesite nuestra ayuda. ¿por qué? por que es más sencillo quitarnos la responsabilidad de nuestros propios actos y dárselos a la estrella principal de nuestra vida: "alguien que no somos nosotros".
Después de encontrarme con esa perspectiva, me puse a pensar un poco, y es verdad; existen millones de personas que no soportan estar consigo en la más plena soledad, disfrutar de su sola presencia. Si carecen de una persona en quién refugiar su miedo de si mismas, se refugian en la comida, en el alcohol, o en cualquier otro vicio que les aleje de la realidad de ser, de enfrentar sus verdaderos fantasmas.
Yo solía pertenecer a ese grupo, en el que prefería ser un personaje que sólo veía la acción en su propia vida, más se encontraba renuente a participar, a hacerse la estrella de su propia película. Ya no más... dejaré que "el acompañante de la señora del vestido verde" se mantenga en donde pertenece: en los créditos de una cinta cinematográfica y que "La Dama Violeta" sea la dueña de su propia vida...

Recordando...

Me acorde que me gustaba este video en alguna epoca de mi vida, y como estoy un poco ociosa decidi ponerlo para repetirlo cuantas veces sea necesario... es bonito ¿no?