...Eso dijo el Príncipe Felipe. Yo generalmente lo utilizo para decir adiós a planes o ideas que tenía en mente. Mi madre generalmente dice: "Cambio de Taza". En fin, sé que estoy sola en este blog, que nadie me lee, pero aún asi tengo que escribirlo para sacar al aire mi mortificación absurda por las zanahorias.
Tengo que ver los lados positivos de la situación, y la verdad es que los hay y muchos. Lo único que pasa es que hace que los planes originales se pospongan, y si me pongo a analizarlo objetivamente, no hay prisa en que esos planes se logren ¿o si?
No es el evento en sí el que me disturba, las consecuencias ligeramente... la postergación.... ahhhhhhhh ¡¡cómo me frustra!! ¿Qué diría el Dalai Lama al respecto? ¿O mi terapeuta? ¿O una persona con sentido común? Supongo que la respuesta siempre es: respirar y tranquilizarse. No dejarse llevar por las emociones.
Después de todo el caballo del Príncipe no comió zanahorias en esa ocasión, pero seguro las comió después. Y puede ser que las disfrutase más. Entonces tal vez todo lo que tengo que hacer es dejarme llevar por la posibilidad y fluir... lo más seguro es que sea para bien.
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