Creo que hace mucho tiempo no me reía como lo hice hoy. Últimamente todo me estresa, y bloqueo mis emociones o pensamientos para no confrontarlos. Y todo ésto se incrementa con la interminable literatura que guía a la cursilería que sólo aumenta los sentimientos de inadecuez.
Pero no, hoy descubrí una vez más que el sarcasmo me da alegría, y que hay personas en éste mundo que comparten tan peculiar gusto; y lo mejor de todo: personas con un sentido del humor torcido como el mío escriben libros sobre situaciones como por la que estoy pasando con un enfoque de humor sarcástico que ha logrado que derrame lágrimas de risa tan sólo al leer una muestra de su literatura.
Es la primera vez en éstos meses que no me siento atemorizada sino singularmente resguardada por la peculiar descripción de situaciones absurdas pero reconfortantes.
Si yo fuera doctor, y viniera yo misma a visitarme con un diagnóstico de temores prematuros, me auto daría una receta de 200mg de sarcasmo. Al fin y al cabo, que es la vida sin algo de risa y burla absurda ¿o no?